París II. La Notre-Dame de Quasimodo y el Louvre de Mona Lisa

Museo de Louvre. París 2014.

Hoy es un post de recuerdos felices, de películas de Disney y personajes animados, pero también de recuerdos intrigantes si eres amante de la novela de ficción y leíste a Dan Brown. Aunque el título ya lo desvela, hoy nuestros protagonistas son la gótica Catedral de Notre-Dame y el archiconocido Palacio del Louvre.

El I Distrito de París, uno de los 20 que hay en la ciudad, es pequeño en superficie comparado con otros pero acoge una gran cantidad de lugares de interés como la Catedral de Notre-Dame, la Santa Capilla, la Torre de Saint Jacques, el Puente de las Artes y el Museo de Louvre. Es una buena idea que dediques un día del viaje a moverte por esta zona y aproveches la cercanía de sus atractivos turísticos.

Comenzamos el distrito por el famoso Puente de las Artes (Pont des Arts), con bastante probabilidad de que no lo conozcas con tal nombre sino más bien como ‘el puente de los candados’. Y es que miles de personas han querido dejar su huella en este puente a modo de candado simbolizando con ello su amor. Tal ha sido el número de personas, que las toneladas de acero hicieron que parte de las barandillas del puente se desplomaran y cayeran al río Sena. Tras el percance, las autoridades parisinas tuvieron que cubrir ciertas zonas con tableros de madera para evitar que se siguieran colocando candados. Mucho efecto no ha surtido, sin embargo, pues en los apenas diez minutos que nosotros estuvimos, tres parejas dejaron su huella. La parada de metro más cercana es Pont Neuf (línea 7).

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Continuando por las orillas del Sena y a pocos metros, nos encontramos con la grandiosa Notre-Dame, la catedral gótica que evoca inevitablemente recuerdos infantiles de la película de Disney El jorobado de Notre-Dame. Visitamos sus interiores y el famoso Punto Cero, que se encuentra en la plaza, respecto al cual supuestamente se miden todas las distancias de las carreteras que llevan a París. La parada de metro más cercana es Cité (línea 4), pero también está muy cerca Saint-Michel-Notre-Dame (linea de RER).

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Si por algo es también famosa Notre-Dame, es por sus gárgolas y teníamos inmensas ganas de subir a las torres para verlas, sin embargo, ingenuos como los que más, no contábamos con la infinita cola de personas esperando a hacer lo mismo que nosotros. Posteriormente nos enteramos de que comprando la entrada en la Oficina de Turismo de París, entras directamente sin esperar (dato importante que esperamos que tu puedas aprovechar). El precio de la entrada es de 8.5€ y las escaleras que hay que subir son infinitas, pero pese a todo, merece la pena. Las vistas son muy buenas y en cuanto a las gárgolas, algunas son escalofriantes y otras son súper graciosas (¡vimos hasta a un elefante!). En cualquier momento parecía aparecer Quasimodo con sus amigas las gárgolas Victor y Hugo (como curiosidad, sus nombres son en homenaje al escritor y a su obra Nuestra Señora de París en la que está basada la película).

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La visita se divide en dos tramos y en el segundo subes unas cuantas escaleras más para disfrutar de la vista panorámica.

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A escasos metros de la Catedral de Notre-Dame encontrarás la Santa Capilla, nosotros no entramos pero sus vidrieras en un día soleado deben ser espectaculares, en total hay en torno a 600 m2 de vidrio y dicen que en su día, algunas reliquias de Jesús como parte de la corona de espinas, estuvieron aquí guardadas. El precio de la entrada es de 8.5€.

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Cruzando el Sena y prácticamente frente a la Santa Capilla, puedes visitar la Torre de Saint Jacques, que destaca porque la ves constantemente desde cualquier punto. Es lo único que queda de la Iglesia homónima que se destruyó tras la Revolución Francesa.

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Y por último y en el mismo lado del Sena que la Torre de Saint Jacques, puedes cerrar la noche con las pirámides del Palacio del Louvre, donde se encuentra el museo homónimo que alberga una gran cantidad de obras maestras, como la famosa Gioconda de Leonardo da Vinci o El Venus de Milo, de la Antigua Grecia. El precio de la entrada es de 12€ para las colecciones permanentes ó 16€ para el combinado temporales + permanentes, pero la entrada es gratis si eres menor de 18 años (o menor de 25 y resides en la UE), si estas en paro o si eres profesor de historia/arte (todo ha de poder probarse con documentación). Abren todos los días de 9:00am a 6:00pm excepto los martes, que está cerrado, y a parte, los miércoles y viernes cierran a las 9:45pm. Consulta de todos modos los horarios actualizados aquí. Para llegar hasta el antiguo palacio, la parada de metro más cercana es Palais Royal – Musée du Louvre (líneas 1 ó 7).

Nosotros ya habíamos visitado con anterioridad el museo y le habíamos dedicado las horas que se merece, aunque nunca son suficientes con la cantidad de pinturas, esculturas y antigüedades que se pueden ver, pero en cualquier caso esta vez decidimos emplear ese tiempo en otros lugares y visitar el Louvre sólo a pie de calle. Ya había anochecido cuando llegamos, ¡y qué gran acierto!, tras las oleadas de visitas que recibe diariamente el museo, la plaza descansaba tranquila con la escasa presencia de algún turista despistado como nosotros. Impactaba realmente verlo tan quieto, las cuerdas que delimitan las colas de turistas vacías y la iluminación espectacular: discreta, sobria, y esa serpiente roja que atraviesa la pirámide como un auténtico rayo. No pudimos evitar recordar escenas del libro El código Da Vinci de Dan Brown.

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Son tres los edificios que rodean a las pirámides: el Pabellón Richelieu al norte, el Pabellón Sully al este y el Pabellón Denon al sur. Resulta una mezcla curiosa entre arquitectura antigua y moderna.

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Decidimos despedir a las pirámides de cristal y, finalizado un intenso día de turismo, darnos un buen homenaje en un restaurante de la zona, del que hablaremos en la sección de gastronomía, pues es recomendable 100%. En cuanto a las visitas que hoy hemos mostrado, las consideramos imprescindibles de París y sí o sí deberías incluirlas en tu viaje, ¿o acaso quieres perder la oportunidad de encontrarte a Quasimodo o de descubrir si La Gioconda está sonriendo? ;).

Esperamos que este post sea de gran ayuda para futuros viajeros. Si tienes cualquier duda u opinión, no dudes en escribirnos un comentario o correo, y recuerda que puedes seguirnos la pista a través de Facebook aquí, o el resto de RRSS que aparecen en los banners. ¡Gracias por leer y hasta la próxima!

Photos by Wander on World

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