Nochevieja es un día muy especial en el que se busca una celebración diferente, de esas que se recuerdan toda la vida. Y para ello la mejor opción es un viaje. Entre los destinos más populares se encuentra Marrakech, que por su cultura, tradición y gastronomía, además de por su cercanía y buena conexión con España, es un destino ideal para despedir el año y recibir la entrada a uno nuevo. Su oferta es innumerable y la opción de hacer el free tour de Marrakech es una buena elección para conocer la ciudad.
Es una ciudad cómoda y accesible, que se puede visitar en un periodo de tres días y conocer todos sus atractivos turísticos. En Nochevieja, estos ingredientes se potencian para convertir a esta ciudad del interior y el oeste de Marruecos como un destino garantías de que todo saldrá a la perfección. La situación económica de Marruecos ha mejorado mucho en los últimos años y esto ha repercutido en el turismo, que ha experimentado un crecimiento espectacular. Marrakech es la cuarta ciudad más poblada del país vecino y un excelente destino turístico por su ubicación en el mapa, se trata una ciudad en el corazón del país con excelentes comunicaciones y un patrimonio histórico impresionante.
Marrakech es una ciudad grande, pero se puede visitar en un fin de semana por la proximidad entre sus atractivos turísticos. La plaza Jemma El Fna está situada en el centro de la ciudad y, partiendo de ésta, se puede llegar a los lugares más importantes. Es el mejor lugar para comenzar la ruta, ya que ofrece una idea global de lo que se puede ver a lo largo del viaje. Esta famosa plaza, como la mayoría de lugares de reunión marroquíes, concentra a gran cantidad de gente en muy poco espacio y ofrece al turista todas las versiones de Marruecos. Una visita por la mañana presenta un enorme mercado de todo lo que se pueda imaginar; comida, ropa, joyas… Pero cuando cae la noche, la emblemática plaza se llena de luces y misterios ofreciendo una de las mejores vistas de la vida nocturna marroquí; paseos a caballo, encantadores de serpientes y olores exóticos fascinan a los que allí se encuentren.
Otro de los principales atractivos de Marrakech es su famoso Zoco, ubicado cerca de la Medina y a muy poca distancia de la plaza Jemma El Fna. Un Zoco es un mercado árabe en el que se puede comprar todo lo imaginable. Dividido en secciones, en función del tipo de producto que se vende, ofrece al turista un espectáculo incomparable. Pasear por sus calles llenas de artesanía, especias o alimentos es una experiencia única. Una de las secciones más representativas del Zoco de Marrakech es la de las telas. No solo se pueden comprar retales y prendas de vestir hechas a mano, sino que entre los puestos se puede ver como los artesanos tintan las telas a la antigua usanza. Terminar el día en la muralla de Marrakech es una muy buena opción, ya que alrededor de esta zona se pueden encontrar muchos establecimientos para degustar la cocina típica del país.
Palacios de Marrakech y la Medina
Otro de los aspectos más llamativos de la ciudad es que cuenta con tres palacios. La entrada a ellos no es gratuita, pero los precios son muy asequibles. Por esta razón, dedicar un día a visitar palacios y lugares de culto puede ser muy buena opción. Además, al tratarse de puntos muy turísticos, la oferta gastronómica de la zona permite tomar un tentempié entre visita y visita.
El Palacio el Badí, en la Kasba, recuerda a la Alhambra de Granada, puesto que su construcción se inspiró en ella. Se trata de una edificación magnífica en la que se combinan enormes patios con huertos cítricos y enormes piscinas. El espectacular Palacio Dar Si Said es también un museo que alberga algunas de las más emblemáticas colecciones de manufacturas marroquíes. Un paseo por sus instalaciones observando los miles de detalles es un espectáculo para la vista. El tercero de la lista es el Palacio de la Bahía, con 8000 metros cuadrados de jardines y entre los más grandes de la ciudad. Es un entorno único en el que se puede observar el arte de los patios árabes en todo su esplendor.
Después de los tres palacios, toca visitar la Medina de Marrakech. Declarada Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, es uno de los lugares de culto más bonitos del país y ofrece a sus visitantes un espectacular paseo entre fuentes y piscinas con olores a cítricos. La llamada a los fieles se escucha desde toda la ciudad y es fascinante ver el bullicio alrededor de tan imponente obra arquitectónica.
Terminar el día en el Jardín Majorelle es una buena elección. Se trata de un jardín botánico que alberga una enorme colección de plantas exóticas combinada con una arquitectura árabe que no deja a nadie indiferente, actualmente uno de sus propietarios es Yves Saint-Laurent y de ahí la fama de este lugar.
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