Belice, ese pequeño país engullido por los gigantes de México, Guatemala y el gran Mar Caribe que le ha permitido pasar desapercibido las últimas décadas y hoy en día brinda la oportunidad de explorar un país muy virgen al margen del turismo desenfrenado de su país vecino.
Belice parece formar parte de dos mundos, algunas de sus regiones tienen cultura latinoamericana, otras caribeñas y se permite el lujo de conservar un importante legado maya. Atrae a viajeros de todos los estilos, los que buscan sumergirse en uno de los fondos marinos más demandados del planeta, la gran Barrera de Belice, los que buscan meterse en las entrañas de la tierra y hacer recorridos por el sistema de cuevas más grande de Centroamérica, los que quieren respirar aire fresco en la jungla y las reservas naturales y darse un baño en enormes cataratas y, cómo no, los que buscan perderse en islas paradisíacas de aguas cristalinas, fina arena, cabañas de madera y caminos de tierra por los que andar descalzos.
En definitiva, Belice parece ser un país muy muy completo donde combinar aventura, deporte y relax, con paisajes de película y alejados de las grandes masas de turistas.
CÓMO LLEGAR A BELICE
Antes de poneros los dientes largos, seguro que más de uno se pregunta cómo llegar a Belice, así que os contamos lo fácil que lo tenemos.
El avance del turismo y las infraestructuras he hecho posible llegar fácilmente a Belice en avión. Hay vuelos directos desde muchas ciudades de EE. UU. como Miami, Nueva York, Dallas, Houston o Atlanta al Aeropuerto Internacional Philip Goldson. Si fuéramos desde España, hay vuelo directo a estas ciudades americanas, así que el viaje supondría solo dos aviones.
Si Belice va a formar parte de un circuito por Centroamérica, se puede llegar a Belice en coche o autobús desde sus países vecinos, México y Guatemala.
QUÉ VER EN BELICE
A continuación os vamos a hablar en detalle de un montón de sitios de Belice, gracias a toda la información brindada por el equipo de Travel Belize, y para que los ubiquéis mejor en vuestra mente y veáis lo fácil que es moverse por el país, pues apenas hay 400 km de punta norte a punta sur, os dejamos por aquí un mapa con todos los lugares del post y alguno más:
EL GRAN AGUJERO AZUL
Puede que sea el icono de Belice por excelencia, y es que no todos los días se ve una sima de 300 m de diámetro de una forma circular casi perfecta y de color azul índigo en el medio del océano y a apenas 100 km de la costa de Belice.
El Gran Agujero Azul o, como allí lo conocen, The Great Blue Hole, es una sima de más de 100 m de profundidad rodeada por las aguas turquesas de Lighthouse, un gran atolón de la Barrera de Belice, que forma parte del Arrecife Mesoamericano, la segunda barrera coralina más grande del mundo, superada solo por la Gran Barrera de Coral de Australia.
Los amantes del submarinismo pueden perder el gusto en The Great Blue Hole: tiburones de arrecife, esponjas, estalactitas, estalagmitas y una gran variedad de peces raros que no se ven cerca de la superficie del agua.
Desde hace tiempo circula por revistas y artículos de Internet una lista de las Grandes Maravillas Naturales del Mundo, no es de extrañar que esta joya esté incluida ;).
VESTIGIOS MAYAS
Las antiguas ciudades Mayas de Belice nada tienen que envidiar a sus vecinas de México, Honduras o Guatemala. Posee varias repartidas por todo el país como las de Caracol, Altun Ha, Xunantunich y Lamanai.
De todos ellos, Caracol es el sitio arqueológico más grande y mejor conservado de todo el país, y al que realmente hay que ir si quieres conocer un trocito de la historia de Belice. El principal templo, Canaã, conocido como sky place, ofrece unas vistas increíbles de la jungla que rodea las ruinas.
Los mayas no solo construyeron una espectacular estructura, sino que también se las ingeniaron para que la acústica fuera excelente, y así, curas y gobernantes, utilizando un tono normal, pudieran ser escuchados por todos los congregados en la plaza de abajo. Unos genios ;).
CAYOS PARADISÍACOS
Belice ofrece muchísimas alternativas para los aventureros y deportistas, pero también una infinidad de cayos con una pinta de paraíso propia del Caribe: aguas cristalinas, muelles de madera, palmeras, restaurantes de bambú, casas de colores, calles de tierra y slow life, sobre todo slow life.
Uno de los cayos más famosos es Cayo Caulker, con un aire hippie y desenfadado, donde encontrarse carteles de ‘go slow’ por toda la isla es algo normal, aludiendo ‘ve despacio, sin prisa’.
No muy lejos de Caulker, se encuentra Cayo Ambergris, que ni es ámber ni gris, sino un trocito más de paraíso azul, verde y blanco. Se la conoce como la Isla Bonita, a raíz de la canción de Madonna inspirada en la playa de San Pedro que hay en el cayo, sin embargo, la playa más demandada es Secret Beach, que ha dejado de ser secret pero sigue siendo igual de impresionante.
En todos estos cayos, aparte de relajarse, disfrutar del slow life, del buen clima y de los paisajes de revista, se puede practicar kayak, snorkel en sus aguas cristalinas y hasta windsurf. Es decir, lo que viene siendo el paraíso ;).
INMERSIÓN EN LA CULTURA GARÍFUNA
Tienen su propio lenguaje y cultura, son descendientes de esclavos africanos, tribus caribeñas e indígenas Arahuacos, lo que resulta en una mezcla muy curiosa ;).
Constituyen un 6.6% de la población de Belice y se encuentran en los pueblos sureños de Punta Gorda y Dangriga, así como en las aldeas de Seine Bight, Hopkins, Georgetown y Barranco.
De todas ellas, puede que la aldea garífuna de Hopkins sea la más auténtica, donde parece que los años no han pasado por ella, las carreteras son de tierra, los días transcurren muy lentos y tranquilos, los niños venden el famoso chocolate maya en la calle, los hombres pescan durante el día y todo el pueblo se suma en una fiesta de tambores y bailes por la noche.
Tal es el valor de esta cultura y de su lenguaje, que ha sobrevivido a siglos de discriminación y dominación lingüística, que la UNESCO declaró Patrimonio Cultural Inmaterial a la cultura y gente Garífuna.
DE CUEVA EN CUEVA EN UN NEUMÁTICO
Belice tiene una gran red de cuevas, de hecho, el sistema más grande de Centroamérica, y muchas de ellas están concentradas a lo largo del río Branch, en la reserva arqueológica Nohoch Che’en. En este recorrido hay un total de 5 cuevas en las que se han encontrado evidencias de los mayas.
Las cuevas se recorren en lo que allí llaman cave tubing, unos flotadores grandes con forma de Donnut y asas para agarrarse, donde te sientas como si estuvieras en los rápidos de un parque acuático. Parece una actividad súper divertida ;).
Para los amantes de este tipo de actividades, otra cueva muy buena es la de Río Frío, en la reserva forestal Mountain Pine Ridge, cerca de la frontera con Guatemala, tiene unas formaciones rocosas espectaculares y se la considera como una de las maravillas más inmaculadas de Belice. Además, muy cerca se encuentran las piscinas Río On, una delicia para la cámara.
PAISAJES SELVÁTICOS
Ya avisamos que el país era muy completo y no podía faltar un entorno montañoso con cascadas, piscinas naturales y junglas. Los mejores sitios para hacer excursiones son Mayflower Bocawina y Cokscomb Basin.
La primera es una conexión entre las montañas mayas y las regiones costeras, posee varias cascadas como Bocawina Falls, Three Sisters Falls y Antelope Falls. Se pueden hacer trails de 10 minutos o de hasta 1.5 horas, o incluso animarse con rapel desde las alturas e ir descendiendo hasta las corrientes de abajo.
Para completar el cuadro, esta jungla esconde ruinas mayas: Mayflower Maya site y T’au Witz and Maintzunum.
ATOLONES DE LA BARRERA DE BELICE
Que la costa del país se encuentre a escasos metros de la Barrera de Belice, parte del gran Arrecife Mesoamericano, el segundo más grande del planeta, la convierte en un reclamo para buceadores de todo el mundo por sus más de 300 km de espectacular fondo marino con más de 500 especies de peces y 70 tipos de coral.
Algunos de los atolones más demandados son el atolón Glover, el Turneffe y Hol Chan Marine Reserve. Este último famoso por el buceo con tubo y por permitir ver joyas como tortugas marinas, rayas y tiburones nodriza.
El atolón de Glover es quizá el más virgen y menos visitado, al encontrarse más alejado, y la poca profundidad le hace idóneo para paddle surf y kayak entre los muchos islotes que lo forman.
No se nos ocurre mejor manera de despedirnos que con un vídeo muy completo de Belice realizado por Belice Tourism Board y que os va a terminar de convencer de que, al igual que nos lo estamos planteando nosotros, este puede ser vuestro posible destino vacacional ;):
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Photos & Videos by Travel Belize
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