Un rincón de Nueva York que para nosotros ya forma parte de los ‘imprescindibles’. Pasear por la zona portuaria de South Street es como trasladarse a otra ciudad, a apenas unos pasos del bullicio y ajetreo de Wall Street se encuentra la paz y tranquilidad del East River y sus puentes colgantes, entre los que otorgamos el protagonismo al Puente de Brooklyn, como no podía ser de otra manera…
El puerto de South Street es también conocido como Pier 17, la zona ofrece un largo paseo con bancos y tumbonas de madera en ciertos puntos, donde poder sentarse a leer, comer, descansar o simplemente observar. En definitiva, un lugar perfecto para desconectar unas horas de Manhattan y disfrutar de las mejores vistas del Puente de Brooklyn.
El puerto ofrece además un centro comercial y de ocio, el South St Seaport, con una gran cantidad de tiendas, bares y restaurantes. Hay muy buen ambiente por las tardes durante la “Happy Hour” y un lugar muy especial para tomar algo del que hablaremos en próximos posts. Para llegar a esta zona, las paradas de metro más cercanas son: Whitehall St South Ferry (línea amarilla [R]) o Broad St (línea marrón [J, Z]).
Tras disfrutar de esta zona, seguimos caminando hacia la siguiente visita. Atravesar el Puente de Brooklyn fue muy especial. Lo comenzamos con un sol radiante, llegamos al vano central con el atardecer y finalizamos en su extremo al otro lado de East River al anochecer, las luces iban cambiando, los turistas iban desapareciendo y al puente lo veíamos cada vez más impresionante.
El puente une los distritos de Manhattan y Brooklyn y tiene una longitud aproximada de 1.8 kilómetros, lo que en su día llegó a convertirle en el puente colgante más largo del mundo. Si las vistas del puente desde abajo son espectaculares, las del skyline de Manhattan desde arriba no se quedan cortas.
Para llegar al inicio del puente del lado de Manhattan, la parada de metro más cercana es Brooklyn Bridge City Hall (línea verde [4,5,6]).
Nuestra estancia en Brooklyn fue más bien mínima, lo justo para buscar una cafetería donde hacer una rápida parada y volver a la Gran Manzana, el día había sido increíble pero estábamos agotados. Antes de volver, regresamos a las inmediaciones del puente, pero no para cruzarlo sino para fotografiarlo una vez más e irnos con esa gran imagen a dormir.
Esperamos que este post sea de gran ayuda para futuros viajeros. Si tienes cualquier duda u opinión, no dudes en escribirnos un comentario o correo. ¡Muchas gracias por leer y hasta la próxima!
Photos by Wander on World