Estambul I. Callejeando por Sultanahmet

Cada barrio de Estambul es especial, todos tienen algo que les hace diferentes y es difícil escoger uno. Pero cierto es que Sultanahmet concentra una cantidad extrema de atractivos culturales y unas callejuelas que llaman a ser paseadas. Nosotros no queríamos perder detalle, así que a las 8:00am sonaba el despertador.

Gracias a una simpática pareja australiana que conocimos en la torre de Gálata y con los que entablamos una bonita conversación sobre Estambul, acudimos a la Basílica Cisterna a primera hora de la mañana, tal y como nos aconsejaron, justo nada más abrir a las 9:00am. ¡y la verdad que no se equivocaban con la hora! La visita fue muy especial. Cuando entramos, la basílica era un remanso de paz y tranquilidad, la luz tenue, el ambiente fresco y húmedo y el silencio casi sepulcral, salvo el eco de pequeñas gotas que caían traviesas del techo. Fue una desconexión total del bullicio que predomina en el centro de Estambul.

Existen varias cisternas en Estambul pero si hay alguna que merece la pena visitar es sin duda esta. Las cisternas fueron construidas como depósitos de agua para que, en el caso de ataques, se tuvieran reservas de agua. Esta en concreto abastecía al Palacio Bizantino. El horario de visita es de 9:00 a 18:30 horas (martes cerrado). El precio de la entrada es de 10 liras. Para llegar hasta aquí, lo más económico y rápido, si hay tráfico, es el tranvía (línea T1, parada Sultanahmet).

basilica-cisterna-1

basilica-cisterna-2

La cisterna tiene más de 300 columnas de hasta 9 metros de altura, pero si hay alguna que destaca entre tantas, son las Medusas. Al fondo de la cisterna se encuentran dos columnas que tienen como base una cabeza de Medusa que, según cuenta la mitología, fue una de las tres hermanas gigantes gorgonas que aparte de ser mortal tenía el poder de convertir en piedra a todo aquel que le mirara a los ojos. Otra de las columnas también atrae a bastantes curiosos, ya que tiene una gran hendidura de la que dicen, si introduces el dedo y pides un deseo al tiempo que giras la mano, se cumplirá. Quién sabe…

basilica-cisterna-3

basilica-cisterna-4

basilica-cisterna-5

basilica-cisterna-6

Tras casi una hora bajo tierra y con los ojos ya adaptados a la oscuridad, el sol y el bullicio nos recibió en menos de dos segundos. Pusimos rumbo a nuestro siguiente destino: el Palacio Topkapi. Es sin duda un gran reflejo de la época imperial de Estambul, fue la residencia habitual de los monarcas otomanos hasta que se trasladaron al nuevo Palacio de Dolmabahçe (del que hablaremos en próximos post). Para llegar hasta aquí, como el resto de puntos de Sultanahmet, en tranvía con la línea T1. El horario es de 9.00 a 17.00 horas (abril-octubre se prolonga dos horas más. Cerrado los martes). El precio de la entrada al palacio es de 30 liras, puedes comprar la entrada conjunta al palacio y al harem por 45 liras (no hay ningún descuento por comprar la entrada conjunta, son 15 liras por el Haren pero así no haces cola dos veces).

palacio-topkapi-1

El palacio está formado por varios patios y lo mejor es recorrerlos con mapa en mano para no dejar ninguna estancia sin ver. El primer patio que ves cuando atraviesas la Puerta del Medio (así se llama) es el Segundo Patio, donde se encuentran los Establos Imperiales, la Cámara del Consejo Imperial (los techos son impresionantes aquí), el Harén y el Tesoro (no el imperial).

palacio-topkapi-2

palacio-topkapi-3

palacio-topkapi-4

palacio-topkapi-5

palacio-topkapi-6

Pasado el Segundo Patio, accedes al Tercer Patio a través de la Puerta de la Felicidad. Lo primero que se ve es la Cámara de la Audiencia y pasado esto, a mano derecha, el famoso Tesoro Imperial. Las colas de espera en este lugar pueden ser de más de una hora, así que recomendamos verlo en primerísimo lugar. ¿Cuál es el motivo de tan largas colas? El Tesoro Imperial guarda el quinto diamante más grande del mundo, de 86 quilates y tallado en lágrima. Las fotos no están permitidas.

palacio-topkapi-7

Lo mejor del Cuarto Patio son sin duda sus espectaculares vistas desde las terrazas. Las de la parte oriental ofrecen una panorámica del Bósforo desde el blanco Pabellón Mecidiye y por otra parte, está la Terraza de Mármol en el extremo opuesto, donde pudimos entrar en varios pabellones con lámparas preciosas o al dormitorio del Tesoro.

palacio-topkapi-8

palacio-topkapi-9

palacio-topkapi-10

palacio-topkapi-11

palacio-topkapi-12

palacio-topkapi-13

palacio-topkapi-14

Y por último, aunque no por ello menos importante y de hecho con también bastante cola, entramos a conocer el Harén, al que se accede desde el Segundo Patio (aunque nosotros lo dejamos para el final). El Harén era el lugar donde residía el Sultán, su familia y un conjunto de hasta 300 concubinas. Para entrar a verlo es necesario adquirir una entrada diferente a la del palacio Topkapi y su precio es de 15 liras (como hemos comentado antes, puedes comprar la entrada conjunta desde el principio y fuera del recinto).

topkapi-haren-1

topkapi-haren-2

Tras la visita al palacio, decidimos buscar un buen sitio para tomar algo y callejear por Sultanahmet. Restaurantes con escaparates, tiendas auténticas, exposiciones de arte, pastelerías típicas, tranvías y parques, conviven en un mismo espacio de calles empedradas.

calles-sultanahmed-1

calles-sultanahmed-2

calles-sultanahmed-3

calles-sultanahmed-4

calles-sultanahmed-6

calles-sultanahmed-7

Si quieres respirar un poco de aire fresco y escapar de la contaminación y el calor, debes acudir al Parque Gulhane, es el más antiguo de Estambul pero para nada atracción turística, podrás pasear y descansar con total tranquilidad. Tienen WC públicos (previo pago 1 lira). El parque esta muy próximo a Topkapi y antiguamente pertenecía al palacio.

parque-gulhane-1

parque-gulhane-2

parque-gulhane-3

parque-gulhane-5

parque-gulhane-6

Y por fin, uno de los lugares arquitectónicos que más nos gustó de la ciudad. Si te dijeran cierra los ojos y piensa rápidamente en tres lugares de Estambul, seguramente uno de ellos será Santa Sofía o como se conoce allí, Ayasofya. Es sin duda uno de los emblemas de Estambul. Este edificio ha pasado por mil manos, primero comenzó siendo una iglesia, después los otomanos la convirtieron en mezquita (y la dotaron de cuatro minaretes que confunden a la gente) y finalmente no ha terminado siendo ni lo uno ni lo otro, pues desde 1935 es un museo. El precio de la entrada es de 25 liras y el horario de 9:00 a 18:00 horas (lunes cerrado).

santa-sofia-1

Es uno de esos sitios en los que las fotos hablan por sí solas. Desde la planta baja, la estructura del edificio pone los pelos de punta; por su parte, las galerías superiores cuentan con famosos mosaicos.

santa-sofia-2

santa-sofia-3

santa-sofia-4

santa-sofia-5

santa-sofia-7

santa-sofia-8

santa-sofia-9

santa-sofia-10

santa-sofia-12

santa-sofia-13

santa-sofia-14

santa-sofia-15

Sin duda Sultanahmet es un barrio para verlo y para verlo bien, su riqueza cultural y arquitectónica es inmensa. Tiene muchos más atractivos de los que hemos contado hoy, ¡así que a estar atento a próximas publicaciones!

Esperamos que este post sea de gran ayuda para futuros viajeros. Si tienes cualquier duda u opinión, no dudes en escribirnos un comentario o correo, y recuerda que puedes seguirnos la pista a través de Facebook aquí, o el resto de RRSS que aparecen en los banners. ¡Gracias por leer y hasta la próxima!

Photos by Wander on World




4 Comentarios

  • Francisco Bravo dice:

    Hola!

    Estoy échandole un vistazo estos días a vuestro blog y me parece fabuloso: muy informativo, muy ameno y las fotografías son estupendas!
    Muchas felicicidades y seguir así!
    Saludos,
    Francisco

    • wow dice:

      Hola Francisco, ¡muchas gracias por tus palabras y por pasarte por aquí! Lleva tiempo y trabajo, pero con comentarios de lectores como los tuyos, la motivación es máxima. ¡Saludos!

  • David dice:

    Acabo de leerme y casi subrayarme algunos de los apuntes que dais sobre Estambul.
    Como yo tambien soy de sacar fotografias me pregunto si llevabais tripode y si es así si os ponian pegas para colocarlo en los interiores.

    Un saludo y que sigan los viajes

    • wow dice:

      Hola David!La verdad es que sí ponen pegas, lo llevamos para fotografiar el interior de Santa Sofía, y tuvimos que dejarlo en recepción y recogerlo a la salida. En el caso de la Basílica Cisterna, habíamos leído que no dejaban utilizarlo así que directamente ni lo llevamos, pero habría que investigar más pues se nos olvidó preguntar para cerciorarnos (cierto es que no vimos a nadie con trípode).
      Lo que hicimos en ambos lugares fue buscar puntos de apoyo fijos y hacer las fotos con temporizador para evitar el movimiento. Si necesitábamos más altura, hacíamos hasta una pirámide con objetos varios: móvil, clinex, libreta… 🙂 ¡Lo que sea por conseguir una buena foto!
      Cualquier otra dudilla, por aquí andamos y un placer que la info te sea de ayuda. ¡Saludos!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *