Bélgica III. Bruselas express

El avión despegaba de vuelta a España por la tarde, teníamos apenas unas horas para ver la capital del país belga. Suerte que contábamos con la ayuda de dos amigos españoles ya afianzados en estas tierras, que hicieron de excelentes guías y consiguieron que las horas cundieran el doble.

Comenzamos con lo que para nosotros fue el mejor punto de Bruselas, la Grand Place. Mires donde mires, los edificios son impresionantes y crean un cordón alrededor de la plaza que la hacen aún más lujosa y señorial. Los que más nos gustaron fueron la Maison des Ducs de Brabant (primera foto, edif. izquierda), el Ayuntamiento (primera foto, edif. derecha) y la Maison du Roi (segunda foto). Dentro de esta última, se encuentra el Museo de la Ville donde se exponen los cientos de pequeños trajes que diferentes personalidades han ido regalando al Manneken Pis. Para llegar a la plaza, las opciones son varias: metro (parada Bourse, líneas 3 y 4), tranvía (parada Bourse, líneas 31, 32, 33) o autobús (parada Bourse, líneas 48 y 95, o Grand Centrale, líneas 38, 65, 71 y 86).

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Muy cerca de la Grand Place, encontramos el Edificio de la Bolsa de Bruselas, uno de los también más emblemáticos de la ciudad.

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A apenas unos metros de la Grand Place, entre las calles L’Etuve y Chene, encontramos el que es sin duda otro de los iconos belgas por excelencia, el Manneken Pis, una estatua de medio metro simbolizando un niño desnudo mientras orina en una fuente. Son muchas las leyendas sobre el pequeño, pero de un modo u otro, se ha convertido en elemento representativo de la ciudad, las pastelerías confeccionan cientos de chocolatinas con su forma y hasta el Ayuntamiento disfraza a la estatua en determinadas ocasiones.

manneken pis choco

manneken pis pastel

Ya más por curiosidad que por otra cosa, nos acercamos a ver al resto de la familia, Jeanneke Pis y Zinneke Pis. La primera, la versión femenina de Manneken Pis, que se encuentra en el callejón Impasse de la Fidélité, justo frente a la famosa cervecería Delirium. La segunda, la versión animal, un perrito de lo más gracioso, aunque en este caso, han obviado el efecto agua. Se encuentra en el cruce de las calles Charteux y Vieux Marché aux grains.

jeanneke pis

zinneke pis

La siguiente parada fue Monte des Arts, donde quedamos impresionados con las vistas de la plaza, desde donde se ve la torre del Ayuntamiento de la Grand Place. La zona está llena de esculturas, jardines y museos, como el que fotografiamos, el Museo de los Instrumentos, con una fachada de estilo Art Nouveau.

Monte des Arts

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Continuamos nuestra ruta y llegamos a la Catedral de San Miguel y Santa Gúdula, merece la pena entrar y ver la nave rodeada por las doce columnas con estatuas dedicadas a cada uno de los apóstoles. La entrada es gratuita y puedes llegar hasta aquí en: metro (parada Gare Centrale y Parc, líneas 1 y 5), tranvía (parada parc, líneas 92 y 94) o bus (parada parc, líneas 29, 63 y 65).

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Caminamos dirección sudeste y nos encontramos con el impresionante Palacio Real. Aunque es la sede de la monarquía belga, los reyes no viven aquí sino a las afueras, y este edificio se utiliza para otros fines. La entrada está muy restringida y nos conformamos con verlo desde fuera. Para llegar hasta aquí: metro (parada Parc), tranvía (parada Palais) o bus (parada Royale)

Palacio Real Bruselas

Palacio Real Bruselas

Palacio Real Bruselas

Situados justo frente al Palacio Real, se encuentran los Jardines Reales, llenos de las más originales y divertidas esculturas, representativas de la ciudad belga como la cerveza, los mejillones o el Manneken Pis.

Parc Royal

Parc Royal

La ciudad nos estaba encantando pero el hambre ya se hacía presente, así que comimos en un sitio del que os hablaremos en la sección correspondiente y aprovechamos para visitar algunos de los grandes chocolateros más famosos en la zona de Grand Sablon. La que os enseñamos, es en concreto Patrick Roger Boutique, toda una exposición de arte…

patrick roger boutique

patrick roger boutique

patrick roger boutique

Sin que se nos olvide, la noche anterior, tras la visita a Brujas y Gante, pudimos disfrutar un poco de Bruselas antes y después de la cena. Entre otras cosas, dimos un paseo por Galerías Saint-hubert y alrededores, disfrutamos del ambiente de las calles, y hasta vimos a Tintín

galerias saint-hubert

bruselas centro

bruselas centro

tintin

Con muy buen sabor de boca y la impresión de haber aprovechado cada minuto de la escapada de fin de semana, regresamos al aeropuerto de Charleroi, desde donde partía el avión de vuelta a casa. Sobra decir que es un país al que le debemos más tiempo para descubrir todos sus rincones, así que sin duda, ¡volveremos!

Esperamos que este post sea de gran ayuda para futuros viajeros. Si tienes cualquier duda u opinión, no dudes en escribirnos un comentario o correo. ¡Gracias por leer y hasta la próxima!

Photos by Wander on World

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